Sombreros de hojitas un patrimonio que desapareció en Gualala Santa Bárbara

Por décadas las mujeres de Gualala trabajaron en la confección de sombreros

Santa Bárbara Honduras. www.loschuñas.com Desaparece patrimonio de trabajo del municipio de Gualala Santa Bárbara, los sombreros de hojita como los Tiliguas lo llamaron ya no se confecciona en este pintoresco pueblo del departamento, olvidándose de lo que fue el medio de ingresos para muchas amas de casas.

Los sombreros de hojitas fue por muchas décadas el patrimonio de trabajo de cientos de amas de casa del municipio de Gualala, el cual desapareció al inicio del presente siglo, estos sombreros eran confeccionados con palma y eran vendidos en la ciudad de Santa Bárbara y San Pedro Sula.

Aunque aún muchas amas de casa del municipio saben hacer sombreros de hojitas, casi nadie se dedica a esta actividad, hay varias razones por las cuales no se confeccionan, la principal el bajo precio que lo pagan los intermediarios y la falta de mercado local.

Elaborar un sombrero de hojitas lleva hasta dos días y su valor para la venta es de 15 lempiras, a esto se suma el alto costo de la materia prima, actualmente la docena de palma vale 60 lempiras y se ha convertido en materia prima muy escasa en las comunidades de este municipio.

La confección de un sombrero inicia con el corte y secado de un cogollo de palma, luego lo que llaman rajar la palma donde desechan la orilla de la misma, con las uñas, aguja o un cuchillo deshilachan las palmas, ya lista se inicia el sombrero con una parte llamada cota.

Muchas familias aún guardan las herramientas necesarias para hacer sombreros de hojitas. Foto Alex Sabillón

Las herramientas utilizadas para hacer un sombrero de palma son: un hueso de vaca, un molde circular de madera, una piedra para alujar, una aguja de una planta llamada pacaya, cordón y una tabla de madera con un agujero en medio, las partes de un sombrero son: cota, falda, copa y alas.

Según el abogado Agenor Sabillón en los años de  1940 un comerciante de Gualala de nombre Bertilio paz compro  en El Salvador una maquina planchadora de sombreros, con ella tres trabajadores, uno de ellos llamado Adalberto Henríquez, en el pueblo le llamaban por cariño Betillo, quien se casó en el municipio y se quedó a vivir acá,  hasta morir.

Sabillón cuenta que el precio de un sombrero en esos tiempos era de 10 centavos, con el dinero obtenido de la venta las amas de casa compraban, café dulce, Sal y otras cosas de menor valor, estas mujeres se hacían un promedio de tres sombreros por semana y se ganaban 30 centavos al venderlos.

Según Agenor Sabillón la hechura de sombreros de hojita viene como una herencia de la era precolombina, por el tipo de herramientas que utilizaban, este patrimonio se perdió con la confección de sombreros de trenza y la exportación de sombreros de otros países.  

Cristina Guzmán es la única ama de casa que aun hace sombreros en el municipio de Gualala. Foto Alex Sabillón.

Los últimos en hacer sombreros en el municipio fueron:  Clara Trejo, Matilde Reyes, Dalila Trejo, Rosalina Guardado, Evelia Fernández, Emérita Trejo, Leonarda Ríos, Elvira Zaldívar, Francisca Bulnes entre otras, actualmente solo la señora Cristina Guzmán se dedica a esta actividad. Concluyó diciendo el abogado Agenor Sabillón historiador y escritor de Gualala.  

Gualala era considerada la cuna del sombrero de palma u hojitas como le llaman sus pobladores, los Tiliguas lograron organizar una cooperativa donde se vendían y se les daba forma a estos para posteriormente ser vendidos en diferentes mercados del país.

Actualmente los vecinos del municipio de Gualala siguen utilizando la materia prima de palma para hacer sombrero, pero hoy en día son de trenza y son confeccionados con una máquina de coser, a diferencia que el sombrero de hojita el cual era hecho de forma artesanal en un cien por ciento. Redacción Alex Sabillón.

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