Pronostican escasez de agua para Santa Bárbara

Ingeniero Martín rodrigues encargado de agua y alcantarillado en Santa Bárbara ..Foto Alex Sabillon

Santa Bárbara Honduras. El 2019 ha sido calificado por expertos en el clima, como un año extremadamente seco debido al fortalecimiento del fenómeno El Niño. Con la llegada del verano viene también la preocupación para miles de familias en el corredor seco hondureño, pues el agua se vuelve escasa y que se quedan prácticamente sin el vital líquido para sus cultivos y sus quehaceres diarios.

Según Martin Rodríguez ingeniero encargado de agua y alcantarillado de la ciudad de Santa Bárbara se avecina una terrible crisis de agua en todo el país, aunque inicia la temporada de verano los efectos de la sequía ya se están sintiendo, y el campesinado de al menos 43 municipios del corredor seco se ha visto afectado.

Se espera que para finales del mes de abril tengamos temperaturas que oscilen entre los 38 y 40 grados centígrados, temperaturas que son extremadamente calientes y seguramente van a desaparecer muchas vertientes de agua.

Martín Rodríguez comenta que la situación es preocupante puesto que las cosechas de la población de se pierden en su totalidad. “En años anteriores las pérdidas de cultivos estuvieron alrededor de 16 mil manzanas de maíz, 14 mil de maicillo y 8 mil manzanas de frijol, y lo peor la escasez de agua para el uso de los hogares santabarbarense.

En el occidente de Honduras que era una región con bajas temperaturas y nutridos bosques, las sequías han transformado el paisaje. Se reporta pérdidas en la ganadería y el cultivo de granos básicos, para dar paso a la siembra de monocultivos como el melón, sandía y plátanos, Sumado a eso, la deforestación, la quema del bosque y la falta de políticas estatales son factores que contribuyen a la falta de agua.

Rio chiquito es el mayor abastecedor de agua para la ciudad de Santa Bárbara su caudal a bajado considerablemente…foto Alex Sabillon

Según el ingeniero Rodríguez es necesario que desde el Estado hondureño se generen estrategias que contribuyan a mitigar el impacto que deja la sequía en las comunidades. Además de generar políticas públicas para el cuidado del ambiente y los pocos bosques que aun quedan en el país.

Comenta que mientras no se tengan estrategias sostenibles, la sequía va a ser recurrente y va a tener mayor impacto en la población. Eso se traducirá en migraciones y mayor pobreza. Las estrategias deben ir encaminadas a la conservación, uso y administración del agua.

El Estado hondureño tiene mucha responsabilidad al impulsar políticas erradas de extrativismo que implica la deforestación para la instalación de mineras, además, la aprobación de grandes extensiones de monocultivos como la palma africana que consume a diario miles de litros de agua, sumado a la concesión de los ríos para la construcción de represas hidroeléctricas.

La falta de agua no es un problema exclusivo de algunas ciudades. La falta del vital líquido se ha extendido a varias regiones del territorio hondureño. En algunos poblados se están construyendo pozos artesanales.

Honduras vive un estado de emergencia por los escasez de agua. La Ceiba, Tegucigalpa, Choloma, Santa Rosa de copan, Siguatepeque y algunas ciudades del sur del país es un vivo ejemplo. A pesar de su riqueza natural, la población está alarmada porque la principal fuente de agua se está agotando en la montaña de Santa Bárbara

 Se han hecho algunos intentos de formar una Comisiones para proteger las fuentes de agua, pero funciona a medias únicamente cuando viene el tiempo de las elecciones. Tenemos preocupación porque nuestra fuente de agua más importante en la montaña de Santa Bárbara se está secando debido  a la deforestación para la siembra de café.

Se habla de estrés hídrico cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un período determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad. El estrés hídrico provoca un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad (acuíferos sobreexplotados, ríos secos, etc.) y de calidad.

Los pobladores de la montaña de Santa Bárbara han talado el bosque para la siembra de café. foto Alex Sabillon

La región de Santa Bárbara posee agua suficiente, sin embargo, sus recursos hídricos no están distribuidos de manera equitativa y además, se ven sometidos a un estrés hídrico creciente. Por la cantidad de negocios de lavado de vehículos.  Este año la sequía es más evidente debido al fenómeno El Niño. Nuestros bosques se vuelven más vulnerables a plagas e incendios y al final todo se vuelve una cadena

En las últimas décadas el acceso de agua potable se ha convertido en un gran problema social y económico debido en parte, al crecimiento de la población lo que incrementa la demanda de agua. A su vez, la calidad del agua se ve afectada por la degradación derivada del uso de sustancias tóxicas por parte de la agricultura, la mala gestión de las aguas residuales y por los residuos sólidos.

En el verano disminuyen los recursos hídricos disponibles tanto superficiales, como subterráneos, aunque, al mismo tiempo, aumenta la demanda de agua por parte de la población.

potable consumidos mensualmente por cada conexión domiciliaria para la población abastecida por medio de redes de distribución de agua potable. Considerando familias promedio constituidas entre cinco y seis miembros, el consumo promedio mencionado corresponde a entre 167 y 200 litros por habitante y día.

Este valor es elevado, incluso superior el consumo de agua potable promedio de algunos países desarrollados y, obviamente, muy por encima del volumen necesario para cubrir las necesidades básicas de la población.

A pesar de la alta dependencia de las aguas subterráneas en Centroamérica, no existe todavía un marco regulador amplio entre todos los países de la región ni una gestión efectiva de los recursos hídricos comunes que preste especial atención a la interconexión entre los mismos. La crisis del agua afecta en primer lugar a las personas más pobres, para quienes su escasez está asociada al hambre, las enfermedades y la falta de servicios públicos, lo cual pone en riesgo su propia existencia.