
Santa Bárbara Honduras. En la zona montañosa y bosques de Santa Bárbara, y en la mayor parte de tierras hondureñas existe una especie de pericos verdes, conocidos como cotorros, Brotogeris jugularis, que, durante años, ha sido perseguido por los extractores de la población, para ser vendido como mascota, de ahí, que hoy se considera una especie en peligro de extinción.
En esta época de verano es su periodo de anidación y los depredadores del ambiente, andan tras ellos, los extraen cuando apenas tienen unos días de nacidos y los encierran en jaulas para venderlos como mascotas, estas aves nacen en los comejenes, lugar preferido por sus padres para anidar.

estas aves, familia de los loros, también ubican sus nidos en agujeros hechos por pájaros carpinteros en árboles secos, huecos en termiteros y cavidades naturales, un variado número de parejas puede anidar en árboles grandes podridos o grandes termitarios, y cada pareja excava su propio agujero, para luego depositar sus huevos que pueden ser dos y hasta cinco.
Se reproducen durante la estación seca y a principios de la estación lluviosa, los polluelos ya se encuentran emplumados al final de la estación seca, sus madres los alimentan de frutas de temporada, en su mayoría por frutos que encuentran en el bosque.
Una vez siendo adultos los podemos observar en bandadas de 50 a 100 pericos alimentarse de los frutos del árbol de higos, en arboles de mango, y en maizales ya casi por secar, además se alimentan de otras frutas como bananos y ciruelas.

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En Honduras habitan en montañas, bosques secundarios viejos y jóvenes, y bordes de bosques secos y húmedos, bosques de galería, plantaciones de cacao y áreas suburbanas y urbanas, además en plantaciones de banano y maíz.
Es una especie residente de común a abundante en las bajuras del occidente de Honduras, asciende hasta los 1.200 metros de altura, localmente en las cordilleras adyacentes y en los valles, su distribución aumenta rápidamente en las bajuras húmedas a medida que se talan los bosques.
Habitan desde el sur de México hasta el norte de Colombia y Venezuela. Son apreciadas como mascotas, por este motivo son capturadas y vendidas a ciudadanos hondureños y turistas extranjeros, son mantenidas en cautiverio en jaulas y alimentados con frutas y masa de maíz.
Es considerada una especie bajo amenaza de extinción y está protegida y regulada por la Ley de Conservación de la Vida Silvestre, las personas que son identificadas en la venta de esta ave, podrían ser detenidas y hasta enjuiciadas, ya que es un ave en peligro de extinción.
Mide 18 centímetros y pesa 65 gramos. Es un perico pequeño, con manchas café conspicuas en el hombro, azul en las alas y de cola corta y puntiaguda. Es principalmente verde, más claro y amarillento por debajo.
