Santa Bárbara Honduras. www.loscuñas.com. La pandemia del Covid -19, esta a punto de terminar con el patrimonio de unas 80 familias artesanas del municipio de Gualala Santa Bárbara, las cuales no encuentran mercado ni un precio justo para sus productos, los sombreros de trenza.
Varias personas trabajan en la confección de sombreros de trenza de palma en el municipio de Gualala departamento de Santa Bárbara, con la esperanza que los efectos de la a pandemia pasen lo más pronto posibles y su producto vuelva a tener el valor de antes.
La crisis no solo afecta a los hombre y mujeres de Gualala que confeccionan sombreros, también otras familias que prepara la materia prima, viven una situación difícil entre ellos los que cortan, secan y venden la palma y las amas de casa y hombres que hacen la trenza la cual es utilizada para fabricar los sombreros.
Nicolasa Fernández es una ama de casa que por más de 30 años se a dedicado a la tarea de hacer sombreros de trenza de palma, lo cual le a servido como una fuente de ingresos para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y pago de servicios como el agua y la energía eléctrica.
Según la ama de casa, antes de la pandemia la docena de sombreros era pagada a 380 lempiras la docena, lo cual dejaba una ganancia de 180.00 lempiras, hoy en día el valor de la docena es de 240.00 lo que deja una ganancia de apenas 40.00 lempiras, la cual no es suficiente para cubrir sus necesidades, dijo la artesana.
Según opinión de Nicolasa Fernández la confección de sombreros de trenza, va correr la misma suerte de los sombreros de hojitas que fue patrimonio de este municipio por más de 70 años, lo cual desapareció por los bajos precios y la falta de mercado en el país.
En la actualidad unas 12 familias se dedican hacer sombreros de trenza de palma en Gualala y un aproximado de otras 70 se dedican a la confección de trenza, la trenza es una cinta larga confeccionada con palma y que es vendida en rollos de 25 yardas y tiene un valor actual de 12 lempiras, una persona dedicada a esta faena en 8 horas puede confeccionarse unos tres rollos.
Otro factor que afecta a estas familias, es la falta de materia prima en este caso la palma, la cual los dueños de propiedades la cortan para sembrar zacate, o no la ven como negocio debido al bajo precio que pagan por la docena de está ya seca la cual anda entre 40 y 50 lempiras dependiendo del tamaño.
Según varias personas entrevistadas en Gualala dedicadas a este rubro, hacen un llamado al gobierno central u otras autoridades del departamento para que les ayuden a buscar un mercado y un precio justo para su producto, ya que no conseguirlo en un par de años ya no tendrían trabajo, debido al bajo precio que pagan los intermediarios. Redacción Alex Sabillón.
