
Brasilia, Brasil
Luiz Lula da Silva tomo posesión de su tercer mandato como presidente de Brasil, en una multitudinaria ceremonia y cargada de simbolismo, en la que reforzó su compromiso con el combate a las enormes desigualdades sociales que dividen el país.
El nuevo presidente de 77 años de edad, que ya gobernó entre 2003 y 2010, regresó a la Presidencia tras derrotar las elecciones al ultraderechista Jair Bolsonaro, quien no ha reconocido su derrota y abandonó Brasil hace dos días, rumbo Estados Unidos, para evitar tener que entregar a Lula la banda presidencial, como manda el protocolo.
La toma de posesión contó con un fuerte respaldo internacional, con delegaciones llegadas de 68 países, incluyendo 20 jefes de Estado o de Gobierno y con cerca de 300.000 personas que abarrotaron el centro de Brasilia, en una de las ceremonias más multitudinarias de la historia de Brasil.
El mandatario Lula pronunció dos discursos y centró ambos en su firme compromiso en el combate a las desigualdades de todo tipo que dividen a la población y atrasan el desarrollo de Brasil, en especial la gigantesca brecha entre ricos y pobres, pero también la desigualdad racial y de género. Redacción ARSS
