El SIDA, egoísmo puro y discriminación a los contagiados

Honduras.  www.loschuñas.comEl SIDA se ha convertido en una enfermedad silenciosa que contagia  a la población hondureña,  los pacientes que padecen este mal  son rechazados y hasta discriminados por la sociedad y en algunos casos por familiares.

A esta fecha la costa norte de Honduras es de las regiones con más contagios de SIDA, las ciudades con más personas contagiadas son: San Pedro Sula, Tegucigalpa, La Ceiba entre otras.

Pacientes con SIDA de estas ciudades  hoy en día son discriminados por una parte de la población hondureña, algunas organizaciones trabajan en hacer valer sus derechos como ciudadanos.

Con incrementos de casos de SIDA en la Zona Norte se ha dado a conocer lo más negro y mezquino del ser humano: el egoísmo, la discriminación y un profundo rechazo a los enfermos, pareciera que viviéramos   los tiempos bíblicos con los leprosos, cabe recordar que el virus no se transmite por el aire por lo que es muy fácil evitar el contagio.

Egoísmo puro, desconocimiento de la enfermedad, en el momento menos indicado, cuando está en juego la salud de nuestros seres queridos, la salud humana sin distinción de raza o credo.

Pena ajena ha dado ver en las redes sociales, cuando los seres humanos rechazan un paciente contagiado de SIDA, como si el enfermo fuera basura contagiosa radioactiva.

Que se lo lleven a lo más remoto, los lugares más pobres del nuestro país, a centros aislados si es posible susurran una población sin corazón y dejando ver que lo único que hay en ellos es  egoísmo y discriminación.

Pueden ser nuestros enfermos, nuestros familiares o cualquier hondureño, pero no los queremos con nosotros expresa una sociedad a través de la discriminación y rechazo a un paciente que padece esta mortal enfermedad.

Pena ajena, la falta de sentido común. Algunos prefieren los enfermos deambulando y sin tratamientos y muchos sin recibir donados los medicamentos  como si la salud fuera un asunto de si me parece o no.

En momentos cuando debemos estar más unidos para enfrentar una enfermedad como esta y tender la mano a nuestros amigos y parientes que padecen de esta enfermedad,  surgen todo tipo de sentimientos y deseo de buscar culpable o estar bien yo, que importa los demás.

Es hora que busquemos  soluciones en conjunto como hondureños y  ciudades de la zona norte  que son los  que están siendo embestidos por esta enfermedad de frente. No es discriminando y rechazando a  los enfermos a un lugar lejos de la población que vamos ayudar a nuestros enfermos.

No es vociferando y rechazando a los contagiados, culpando al gobierno, a otros, como vamos ayudar a un contagiado de SIDA. Tenemos un problema latente, que es el contagio masivo de personas en el departamento de Cortes, hay que cuidarse  pero sin discriminar al contagiado.

Hay que recordar que estas personas son seres humanos y los enfermos merecen la atención humanitaria debida, quienes sufren de manera directa esta enfermedad, deben ser atendidos, de acuerdo a su dignidad de personas. De ninguna manera podemos jugar con el honor de los demás en virtud de alguna condición por la enfermedad.

La enfermedad es una situación de debilidad y agotamiento, en la que el enfermo sufre el abandono de su fuerza vital, todo enfermo es una persona que va camino de la muerte o a la recuperación, por lo tanto, lo debemos ver como lo que es, un ser humano. Redacción Alex Sabillón.