
Hace unos días el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández Alvarado colocaba sobre la ropa policial de Leonel sauceda estrellas, distintivos policiales y se deshacía de halagos sobre el que para el era un gran policía honesto y trabajador ejemplo a seguir, y con bombos y platillos fue anunciado que era ascendido a general de policía, el domingo en un culto de una denominación religiosa un pastor de apellido Solorzano pedía orar y aplaudir al hombre bueno, justo y honesto, dos días después la ATIC daba captura al mencionado general acusado de lavado de activos al no poder justificar la procedencia de 13 millones de lempiras.
