Santa Bárbara Honduras. Cada día se puede observar en las calles de la ciudad de Santa Bárbara un incremento de adultos mayores dedicados a la venta de cualquier producto como medio de subsistencia además de niños trabajando o pidiendo en las calles y restaurantes.
Como una opción de poder conseguir algo de dinero para poder sobrevivir los adultos mayores se dedican a vender productos en la calle de la ciudad, estos pueden ser frutas, plantas medicinales, medicamentos, agua, refrescos o emprenden con pequeños negocios de venta de confites y galletas.
Esta realidad se puede observar en ancianos de ambos sexos los cuales se ubican en las aceras, en el parque, en las terminales de buses, centros educativos y lugares donde son mas concurridos, estos adultos mayores tienen un ingreso promedio diario de 50 a 150 lempiras depende mucho el producto que vendan, se calcula que para este año 2020 “por cada dos adultos mayores habrá un adolescente” ambas situaciones es una realidad que las autoridades no observan.
Otro de los aspectos críticos que viven los ancianos del país es que el 94% de los adultos mayores no tiene pensión por lo que si no hay un patrimonio de vida y son abandonados están condenados a vivir en la miseria sus últimos años, por lo cual podría definírseles en una situación de vulnerabilidad y prácticamente de abandono.
Como consecuencia de esta situación, 80% de los adultos mayores sufre de depresión, con lo cual se convierte en la segunda patología más frecuente en esa población después de la hipertensión arterial.
Esto los deja aún más desprotegidos, pues muchos viven en pobreza extrema, con violencia, maltrato, abuso y sin acceso al sistema de salud la cual es muy deficiente.
Como resultado de no conseguir un contrato y estar excluidos del mercado laboral, esta población suele sentirse inútil, inservible y como una carga para sus familias y para la sociedad en general. Por lo que se dedican a vender productos en las calles de las ciudades.
En este sentido, una de los principales problemas que se puede observar es que el modelo de trabajo hondureño no es idóneo para esta población, pues suele caer muy rápido en la obsolescencia. Además, que la población hondureña rápidamente padeces de múltiples enfermedades.
“A los adultos mayores se le deben dar más oportunidades de trabajo y estas deben adaptarse a las condiciones físicas y mentales de ellos. Lo anterior significa mayor apertura por parte de los empleadores a la flexibilidad laboral y al incremento de oportunidades de desarrollo y crecimiento humano de estas personas.
